sábado, 3 de octubre de 2015

Día mundial de las aves

¡Hola amigos de El Águila!

Todos los años, el primer fin de semana de Octubre tenemos el placer de celebrar el día mundial de las aves, y es que no nos imaginamos salir al campo y no escuchar sus cantos u observar sus majestuosos vuelos, ¿y vosotros?

Por este motivo, hoy queremos mostraros qué aves podéis ver y aprender a identificar de forma fácil en los alrededores de vuestro pueblo o vuestra ciudad, pues aunque no lo sepáis están ahí.

Como muchas de estas aves pueden llevar a confusión, os las vamos a presentar de tal forma que podáis observar claramente las diferencias entre aquellas que más se parecen. La primera pareja deben sus nombres a su color ya que pueden verse de un color amarillo o verde, depende de que ojo lo mire. A menudo van a compartir el hábitat por lo que va a ser fácil encontrarlos juntos. 

Aquí os los presentamos:


Los Verderones (Carduelis chloris), tienen un cuerpo y apariencia más robusta que el Verdecillo. Tienen un pico muy fuerte y una banda amarilla en el ala, la cual hace que se le diferencie muy bien en un vistazo. En la foto estamos observando a un macho, las hembras y los juveniles como casi siempre son menos coloridos. También pueden reconocerse por el canto que es más potente y menos agudo.
Los Verdecillos (Serinus serinus), son de aspecto más delicado. Los machos van a tener la cabeza amarilla en verano, y en vuelo se les puede observar el obispillo (base de la cola) amarillo muy intenso. Su canto es muy nervioso y agudo, seguro que lo habéis escuchado más de una vez. 
La próxima pareja son sin lugar a dudas dos de los paseriformes más bonitos que tenemos en prácticamente toda la Península Ibérica. 


Como podéis observar se parecen muchos ya que sus colores combinan de forma parecida. Sin embargo, siempre se pueden diferenciar. El Herrerillo común (Cyanistes caeruleus), lleva un antifaz negro no tiene una corbata muy marcada y su píleo (parte superior de la cabeza) es de color azul claro. Su canto es difícil de describir es una especie de quejido áspero.
El Carbonero común (Parus major), tiene una especie de capuchón negro en la cabeza y una corbata bastante vistosa que lo diferencia sin lugar a dudas del Herrerillo. Su canto va a ser muy característico, si vais a una zona arbolada siempre oiréis un "chi-chi-pan" repetido una y otra vez.
En la próxima pareja cambiamos a un color más otoñal, un anaranjado tostado que van a mostrar en su plumaje estas dos especies. 


Foto Tarabilla: Manuel Estébanez
A ambas les va a gustar estar en zonas altas con buenas vistas para otear. Aún así, al Colirrojo (Phoenicurus ochururos) le va a gustar más las zonas rocosas e incluso las podemos ver dentro de las ciudades parándose en el suelo para alimentarse y moverse. Su aspecto, como podéis observar en la foto es pequeño y erguido, de color gris oscuro y cabeza negra en los machos (y la cola muy roja-anaranjada). Se mueve de una forma muy peculiar, ya que hace una reverencia arriba y abajo moviendo el cuerpo y la cola. 

La Tarabilla (Saxicola rubicola), va a permanecer la mayor parte del tiempo en zonas altas de arbustos o vegetación baja, y casi nunca la encontraremos en las ciudades. Su color va a ser pardo por el pecho, alas y cabeza negra con un collar blanco.

Una pareja cuanto más peculiar, aunque sus colores no son muy llamativos, y es por ello que muchos nos referimos a ellas como pájaros marrones ya que tienen diseños muy parecidos, son aves que van a darle mucha vida al campo pues siempre se escuchan sus estridentes cantos, y sin ellas el campo no sería lo mismo. 
Foto cogujada: Pedro Trejo
Como decíamos anteriormente son aves muy crípticas del color de la tierra, ya que van a estar ligadas al medio agrario. 
La Cogujada común (Galerida cristata) va a tener una cresta muy característica que va a hacer que las identifiquemos en el primer golpe de vista. Si juntamos su cresta, con su vuelo ondulante y bajo y con el echo de que la mayor parte de las veces van a estar posadas en el suelo, ya las tenemos. 
El Triguero (Miliaria calandria), tiene un canto muy característico ya que empieza intermitente y acaba en un largo chirrido, seguro que lo habéis escuchado más de una vez en el campo, un chirrido muy estridente. No van a tener cresta y suelen posarse en zonas elevadas (cables o ramas) desde las que cantan. Es muy difícil verlos por lo que la identificación en este caso sería mediante el canto. 

Nuestra última pareja y no por ello la menos importante, está llena de colores. Os los presentamos:

Foto jilguero: J.M. Sayayo
Ambos suelen compartir el mismo hábitat el cual suele ser zonas arboladas. Su parecido no es que sea muy evidente por lo que van a ser fáciles de reconocer sin equivocarnos. Suelen ir en grupos para alimentarse y desplazarse, cantando y reclamando con sonidos muy potentes.
El Jilguero (Carduelis carduelis) tiene un colorido muy variado con una careta roja seguida de un color blanco y negro que la realzan aún más. Las alas con una línea amarilla que en vuelo es inconfundible. 
El Pardillo (Carduelis cannabina) va a tener el pecho y el píleo de un color rosáceo, con el resto de la cabeza gris y alas marrones. 
Esperamos que cuando salgáis al campo busquéis a estos pequeños e intentéis identificarlos con las pistas que aquí os brindamos. Aún así siempre es aconsejable llevar una buena guía a mano pues así se aprende mucho más.

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